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El blog del Celador del Clínico.

Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.

El día 16 de Diciembre se homenajea a todos los compañeros/as que se han jubilado este años,

Sin duda los años de convivencia, con sus roces incluidos, hacen que vivamos unos la vida de los otros y que al final hay personas que se convierten en más que compañeros, casi en familia.

Obviamente las afinidades y el trato no son iguales con todos y por tanto no pudo desde aquí escribir lo mismo para todos ellos.

En primer lugar quiero felicitar y desearles a todos/as que disfruten de la nueva etapa que se abre ante ellos, con todos los topicazos, que lo disfrutéis, que lo tenéis merecido y demás.

Esta carta va dirigida especialmente a dos compañeras, dos mujeres que han sido todo un ejemplo para mí.

En primer lugar quiero dirigirme a Remedios Romero, una compañera a la que aprecio mucho, igual que ella a mí, que conozco desde hace muchos años y que al margen de mi aprecio, ha demostrado ser una buena compañera, una buena trabajadora, pero ante todo y sin la menor duda una buena persona. Una persona que de pura timidez y humildad a veces ha pasado desapercibida, una mujer con un peculiar sentido del humor y con un toque de coquetería. Sin duda una vez que te jubiles será difícil verte, porque la vida toma otro rumbo como debe de ser, que para eso es la jubilación, pero no te quepa la menor duda que siempre estaré aquí, si es que me necesitas.

En segundo lugar quiero dirigirme a Josefa Lozano, aunque la conozco solo desde que vine al clínico y mi trato con ella no ha sido mucho, también he podido disfrutar de su ejemplo. Al margen de su calidad como persona, cosa conocida y reconocida por todos los que hayan tenido la oportunidad de trabajar con ella, me gustaría destacar su sentido de la responsabilidad, de la superación y de la honestidad.

 En estos tiempos de pillaje en los que vemos a diario como hay gente buscando enfermedad donde no la hay, ella ha luchado por recuperarse e incorporarse a su trabajo. En estos tiempos en que todos queremos trabajar en los servicios más cómodos, ella no acepto un destino porque entendía que había parte de sus funciones que no podía cumplir (no te quepa la menor duda que cualquier compañero/a lo habría hecho por ti).Eres la honestidad hecha humana.

Ha sido un placer conoceros y un honor trabajar con vosotras.

Quiero deciros que aunque el día 16 no estaré en la cena, ese día cuando este almorzando me tomaré una copa de vino, y brindaré para celebrar el haberos conocido.

Un abrazo muy fuerte a las dos, y que el tópico sea realidad y disfrutéis del futuro, que la vida empieza ahora.

Afectuosamente:

Inma López.

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