De caza: Angel Liñán
Es harto sabido que Angel Liñán está incapacitado para desempeñar el cargo que ocupa. Esto no es nada nuevo ni que nadie desconozca. Ejercer un cargo de responsabilidad exige reflexión, crítica, compromiso y un firme propósito para que las decisiones que se tomen estén de acuerdo con unos principios éticos, algo de lo que este personaje adolece.
Además, tiene a bien regodearse en la insondable estupidez de su comportamiento, hacer de la sinrazón y la arbitrariedad su único universo sin cuestionarse jamás la legitimidad de sus presupuestos básicos.
Por ello, me parece oportuno poner en conocimiento de todos vosotros lo que ocurrió ayer 29 de Septimbre en el pabellón de especialidades. Como viene ocurriendo desde hace tiempo, se programan operaciones por las tardes y no contratan a un celador. Ayer faltaban dos, uno en el pabellón quirúrgico y otro en especialidades. Angel llamó a Pepe Rojas para cubrir el quirúrgico y en especialidades no puso a nadie. Puen bien, Angel pretendía que los celadores de la 5ª planta nos ocuparamos del quirófano. Yo le dije que no era nuestro cometido y para cubrirlo quitó a un celador de urgencias (Fernando Gómez). Cuando hubo que sacar a los enfermos del despertartar recurrió de nuevo a nosotros. Le volví a decir que ese trabajo no era de nuestra competencia, ya que son pagados.A lo cual respondió que si me negaba iba a dar parte de mí. Su cobardía y bajeza moral llegó al punto de llamar al supervisor de guardia para que estuviera presente en la conversación. Le pedí que me enseñara el escrito en el que se recoge que nosotros tenemos que sacar los enfermos de pago, y claro, como no existe me respondió de manera chulesca que él no tenía que enseñarme nada.
Si comento este incidente es para poner de manifiesto que este ¿señor? tendría -como le dije- que haber entrado a quirófano y decirle a medicos y enfermeras que no había celador asignado y que, o bien trajeran ellos a los enfermos o suspendiera las operaciones. Pero, claro, como se va a enfrentar Angel con un médico, antes prefiere sobrecargarnos de trabajo a defender algo que era de justicia.
Cuando alguien, como él, tiene que recurrir a la amenza y la denuncia para imponer su voluntad, queda en entredicho su valor como persona, convirtiendose en una patética caricatura; una deformación grotesca de la realidad.
La indigencia de juicio que padece este hombre es fabulosa, y no se debe poner notorios rústicos iletrados al frente de puestos de responsabilidad; y además, ¿sabra un burro lo que es un caramelo?
Pero ya se sabe, la gallina vieja es la que mejor caldo hace, y la dirección de este hospital ( otro grupo de incompetentes) debe de estar encantado con el suyo.
En fin, que este individuo, como los cargos intermedios, no sirven (mientras no se demuestre lo contrario) para nada, salvo para cubrir con apariencia de necesidad lo que cualquier persona moralmente intachable y honrada haría con la mitad de esfuerzo, mayor eficacia y menor coste para el erario público.
9 comentarios
awizurbay -
Maria Jose -
Cornelius -
Nada es nuevo bajo el sol.
Ademas pienso que es injusto meter a todo el mundo en el mismo saco.
Salud y Republica.
paco castilla -
juanlu -
Saludos paquito
Salu2
Kiyoquéé -
Juan Antonio -
Juan Antonio -
Lo tuyo no es un echo aislado.
Casi todos los días hay algo parecido.
Lo que si es de merecer el paso hacia adelante que das; todos pensamos lo mismo y pocos los que públicamente lo decimos.
Lo que llama la atención es como el ascendido no toma cartas en el asunto y ve que clase de personal tiene a su disposición o quizás es que le interese tener a los encargados que tu, tan bien, defines.
paco andres -