Mujer sufrida con sonrisa
Puede ser el título de cualquier pintura, pero era una de tantas pacientes que he llevado al quirófano. Nada especial excepto una leve sonrisa entre humilde y temerosa. Si no fuera por que los dos sabemos lo que le van a hacer, la conversación habría sido mas cercana, pero siempre hay un muro invisible entre el paciente que se va a desprender de un miembro y yo que lo sé. No sé por que circunstancia empezó la conversación ni a santo de qué, pero me vi escuchando un relato entre entrañable y duro; "con dieciséis años me raparon la cabeza y me metieron presa en el norte durante 8 años". No dejó la sonrisa mientras lo contaba, no lo contó por protagonismo, sino porque eso del sufrimiento y el dolor ella ya sabía lo que era. Que pudo hacer esta anciana, adolescente entonces, para semejante atropello, algo muy terrible a los ojos de nuestra plácida época; simplemente fue a ver a su hermano que era cabo al cuartel donde estaba haciendo la mili. Me pongo en la piel de esa adolescente, en aquella época y no tengo mas remedio que suspirar, acongojarme. Entrando al quirófano, seguía con la misma sonrisa entre humilde y temerosa. Camino del estar mientras me quitaba el gorro y la mascarilla pensaba, de que me quejo?, que me falta?; no quiero pensar que quejo de vicio y que nada me falta.
3 comentarios
Inma Lopez -
kiyoquéé -
paco castilla -
POR ELLO DIGAMOS TODOS "NO MAS CABEZAS RAPADAS" EN SUS MULTIPLES VARIANTES.