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El blog del Celador del Clínico.

¿Qué pasa si España quiebra?

La quiebra...

Nunca pensé seriamente en este escenario hasta ahora. Si lo planteo es porque realmente la posibilidad de una quiebra está delante de nuestras narices, es palpable, puede ocurrir y de hecho podría ser antes de fin de año.
España está pagando más cara su financiación a corto plazo que a largo plazo, con lo cual eso de pedir para tapar agujeros ya no es posible. Lo explico de otra manera: es como si para pagar la cuota de la hipoteca (a largo), sacas dinero con la tarjeta de crédito. Lo mismo está haciendo España. Cuando esto ocurre, se considera que hay un default, QUIEBRA, con todas sus letras. El rescate es un mecanismo para tratar de sortearla, esquivarla, retrasarla, pero por sí solo no resuelve el problema (e implica ser gobernados por la Troika).
La quiebra no es una solución, es una consecuencia. Es un paso más después de muchas decisiones de gestión equivocadas desde hace más de cuatro años. Dichas decisiones tienen responsables que a su vez tienen nombres y apellidos, personas que no cumplieron con su papel por avaricia y estupidez, una combinación explosiva que se puso de moda en España desde que empezó el siglo XXI y alcanzó su apogeo durante los últimos cuatro años.

En todo caso, advierto que esto es sólo un escenario, no es un vaticinio, aunque yo misma me empiezo a asustar de que todas las previsiones pesimistas se han ido quedando cortas.

¿Qué pasa si España quiebra?
1º.- Lo primero que ocurre cuando alguien quiebra, es que sus acreedores se quedan sin cobrar. Los acreedores de "España" son miles de empresas, familias, varios bancos y algunos países extranjeros. Esto se puede hacer de manera ordenada (lo más normal) o a lo bestia (no creo que ocurra). Cuando es ordenada se fijan prioridades de pago y se trata de esquivar cierto tipo de deudas, o se aplazan.
Fuente: e-faro.info
2º.- El siguiente paso es una contracción brutal del gasto. Simplemente, no hay dinero para gastar por parte de funcionarios, empresas, etc... muchos de los cuales tendrán que declararse en quiebra a su vez, ya que es muy posible que no puedan cobrar lo debido por el Estado ni pagar lo que deben.
Paralelamente, nuestros acreedores internacionales nos dirán que nada de quebrar, que mejor una quita y que paguemos la diferencia, y se harán cientos de cumbres europeas para añadir condiciones a la quita, y más recortes, y estarán mareando la perdiz mientras varios países discutimos si nos salimos del euro o no... y así hasta que se acabe Europa. Como tardarán tanto en ponerse de acuerdo, nadie confiará en el euro y éste se devaluará resucitando al dólar como moneda refugio. Las exportaciones americanas se encarecerán y afectará negativamente a su economía y a la del resto del planeta. Sí, la hemos liado parda.
3º.- Lo tercero que ocurriría es que el ambiente social se degradaría extremadamente. Ahora todos somos amigos, más o menos, vamos a las manis, nos quejamos del gobierno, y poco más. Después de una quiebra, además del shock nacional, la incertidumbre despierta un miedo mucho más instintivo: el de la supervivencia. Llegó el momento del sálvese quién pueda. En esta fase es imprescindible un gobierno firme, con una gran habilidad para comunicar y transmitir confianza mediante la verdad, sólo la verdad. También hace falta compostura social, civismo y mucha solidaridad. Habrá que ayudar a los más necesitados puesto que el gobierno ya no podrá hacerlo. Este será el momento en el que los servidores públicos se ganarán su buen nombre: personal de hospitales, profesores, policías, bomberos,  trabajadores sociales, barrenderos,... serán más necesarios que nunca y tendrán que trabajar casi sin sueldo durante un tiempo, porque de ellos dependerá que el país no colapse.
4º.- Lo cuarto ya depende de si en paralelo ha habido una crisis de gobierno, elecciones anticipadas, etc., etc...  y también depende de si seguimos en el euro o no. Sería la fase de buscar estabilidad, tanto política como económica. Esta fase puede durar unos años, pero depende de la reacción social y de la capacidad del gobierno elegido para tal fin, huyendo en lo posible de los extremos en cuanto a opciones políticas y sin ser tan torpes de seguir con este bipartidismo anacrónico.
5º.- En cualquier caso, el paso siguiente sería empezar a levantar el país, bien con ayuda externa (un plan Marshall) y/o arrimando el hombro hasta el gato. Es de suponer que con la lección aprendida se tomen medidas para evitar que esto vuelva a ocurrir algún día. Puede ser una oportunidad para hacer las cosas bien, pero desde luego que no va a ser fácil.

En resumen, es muuuuuy jodido, pero no es el fin del mundo. El caso más cercano y reciente es el de Argentina, por si quieren informarse

Cristina del Rio

 

Saludos 

Juan Antonio

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