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El blog del Celador del Clínico.

AMAMOS LA VERDAD CON ECONOMÍA

 

 

Como sabéis se me ha abierto un expediente disciplinario por los hechos ocurridos el día de la huelga general, 27 de septiembre del año pasado. Quiero, antes de ir al asunto, dejar claro que no pretendo aleccionar a nadie ni sobre el impudor ni sobre la virtud. Amo la verdad, por su boca me expreso y en su defensa nunca cejo. Este escrito tampoco es una invectiva contra nadie, es una simple estimación valorativa sobre cómo se va degradando cada vez más la vida cotidiana en el hospital y cómo se me intenta dañar por no avenirme a los injustos requerimientos de Ángel L.

         Primero. No me preocupa que la dirección me expediente. Una sanción me daría la razón y confirmaría que en este país, históricamente, medran los inútiles y mediocres y se castiga y olvida a los mejores y esforzados. Si piensan que me voy a callar pueden esperar sentados. Elegir y opinar es algo que depende de nosotros. En esa potestad radica el fundamento de la democracia; si se coarta la libertad, todo deseo, toda proyección hacia la democracia se coagula. Pero aún más importante es que en lo que se dice no se mienta ni se falte a la verdad, como ha hecho Ángel. Ahora bien, de un hombre embustero y farsante no se puede esperar que la verdad forme parte de su itinerario ético; un charlatán que intenta dar la apariencia de actividad y de eficacia, no siendo más que una actitud teatral y que no merece crédito.

         Segundo. Resulta ciertamente difícil que el hospital funcione cuando sus directivos carecen de sentidos, entendimiento y albedrío. Al dar pábulo a la denuncia de Ángel ( para la que no hay caso; es sólo su rencor por la carta en la que cuestioné su capacidad como encargado), demuestran que el sistema es ciego. Está fuera de toda duda que la dirección no trata de hacer justicia sino de dar un escarmiento en mi persona por las cartas que he escrito a los periódicos. Si la dirección fuera objetiva cesaría a Ángel por incompetente, arbitrario y prevaricador ( en el derecho penal existen tres figuras distintas sobre el delito de prevaricación; en el segundo supuesto se dice que “es el cometido por un funcionario público cuando dictare concientemente una resolución injusta”).   Y, recuerdo, que aquel día yo estaba de servicios mínimos, que no estoy apuntado a los quirófanos de pago y que, aún así, y después de amenazarme con dar parte de mí, fui a sacar los enfermos del despertar. La dirección debería intentar no limitar mi libertad de expresión ya que, de otro modo, podría incurrir en el delito de mobbing ( limitación de los derechos sociales de toda persona). 

Sólo el marasmo de la dirección puede explicar que se mantenga en su cargo a Ángel. Es público, notorio y demostrable que no puede ocupar grado de responsabilidad alguna un hombre que carece de discernimiento, poca claridad y sobrada malicia; una ineptitud que va pareja a su soberbia; una falta de objetividad y juicio que deviene en autoritarismo y, en fin, una presunción y terquedad ante la que es imposible todo razonamiento. Pero ya se sabe; el gozar de la confianza política del superior es mérito suficiente para el nombramiento y mantenimiento en el cargo; aunque se carezca de capacidad técnica. Ahora bien, la temeraria obcecación de la dirección al no cesar a Ángel, en nada aprovecha para que se dé un clima relajado y eficaz en el trabajo. No hay un compromiso moral de la dirección y el hospital se ha convertido ya en “territorio hostil”, demostrando con ello que, ante los problemas, la reserva de insensibilidad de estos señores es inagotable.

Tercero. Bien sé que aquí el mérito no sirve, la vergüenza no nos asiste y la justicia yace entre grilletes. Lo que importa a la dirección no es que un empleado trabaje bien o mal sino que no llegue a la huelga ni cause problemas al superior, aunque sea ocultando las deficiencias del servicio. Porque, ya sabéis, el mejor directivo es el que nunca aparece en los medios de comunicación. Así las cosas – y esto es lo grave-, cuando las valoraciones políticas son tan aberrantes, nada tiene de particular que se castigue el celo y se estimule la pasividad. La realidad de la administración es tan lamentable que en vez de ser operativa se arruina en esta disyuntiva: o sobran ambiciones o faltan medios; y a veces se dan ambas.

         Cuarto. Siempre me he considerado un desafecto de la sumisión porque considero una indignidad que una persona se someta a la voluntad de otra. Engreídos de su autoridad, quien niega a los dioses su poder, les niega la adoración, y eso su vanidad ni lo soporta ni lo perdona. A la empresa pública le interesa tener lobos con oficio de pastor para mantener a raya la manada. Por ello, es inaceptable que si nacemos libres y singulares muramos esclavos y como copias. Allá cada cual. Yo he elegido no ser oveja sino rabadán. Porque, en realidad, sólo después de ser auténtico se puede ser libre. Vale.

                                                        Justo

 

P.D. “Los males del estado no son resultado de una organización deficiente, sino de la falta de virtudes de los ciudadanos”

7 comentarios

juanlu -

Maneras de vivir compañero

German -

JuanLu yo prefiero la Sinarquia a la Anarquia.
Un saludo a todos menos a "UNO" (724 dias)

juanlu -

Compa sabes que estoy contigo.
Esto es para tí
http://www.youtube.com/watch?v=7MP6fqNIA34
Con esta insisto
http://www.youtube.com/watch?v=smmQ_SclRd0

Larga vida a la gente qe propone un mundo nuevo de igualdad laboral como tu QUE LA PAZ ESTE CONTIGO PERO NO CON TU PATRON NI CON EL CURA LADRON QUE TE QUIERE VER VOTAR A LA PATRIA DEL PATRON ! Suerte y que el Sol de La anarquia ilumine tu vida hermano
Salu2

XXX -

Forza Justo,a cada cerdo le llega su San Benito,ellos tambien se tienen que morir y no todos van al Cielo.

German -

Animo Justo,aunque la sancion o expediente se para ti.todos la llevamos contigo.
Un saludo a todos menos a "UNO". (724 dias)

Cornelius -

Realmente crees que al director le interesa algo más que su ombligo.
No le pidas valentia a quien no la ha tenido ni siquiera para destituir a alguien que no cumplia con sus
expectativas.
Eso si,es muy valiente para intentar humillar a sus subordinados/as,claro que sin dar la cara.
Podemos no estar de acuerdo con tus formas,pero no así con el fondo, animo Justo.
Salud y Republica.
Los puestos de dirección por opsición.

Juan Antonio -

rabadán.
(Del ár. hisp. rább aḍḍán, y este del ár. clás. rabbu ḍḍa'n, señor de ovejas).
1. m. Mayoral que cuida y gobierna todos los hatos de ganado de una cabaña, y manda a los zagales y pastores.
2. m. Pastor que gobierna uno o más hatos de ganado, a las órdenes del mayoral de una cabaña.