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El blog del Celador del Clínico.

Mujer sufrida con sonrisa

Puede ser el título de cualquier pintura, pero era una de tantas pacientes que he llevado al quirófano. Nada especial excepto una leve sonrisa entre humilde y temerosa. Si no fuera por que los dos sabemos lo que le van a hacer, la conversación habría sido mas cercana, pero siempre hay un muro invisible entre el paciente que se va a desprender de un miembro y yo que lo sé. No sé por que circunstancia empezó la conversación ni a santo de qué, pero me vi escuchando un relato entre entrañable y duro; "con dieciséis años me raparon la cabeza y me metieron presa en el norte durante 8 años". No dejó la sonrisa mientras lo contaba, no lo contó por protagonismo, sino porque eso del sufrimiento y el dolor ella ya sabía lo que era. Que pudo hacer esta anciana, adolescente entonces, para semejante atropello, algo muy terrible a los ojos de nuestra plácida época; simplemente fue a ver a su hermano que era cabo al cuartel donde estaba haciendo la mili. Me pongo en la piel de esa adolescente, en aquella época y no tengo mas remedio que suspirar, acongojarme. Entrando al quirófano, seguía con la misma sonrisa entre humilde y temerosa. Camino del estar mientras me quitaba el gorro y la mascarilla pensaba, de que me quejo?, que me falta?; no quiero pensar que quejo de vicio y que nada me falta.

3 comentarios

Inma Lopez -

Me reconforta ver que en el fondo eres un duro muy tierno.

kiyoquéé -

Compañeros me enorgullece leer vuestros comentarios porque leo vuestra visión tanto laboral como personal en una jungla de sinrazones y despropósitos que a muchos,nos hace de pensar, que nos ayuda y nos enriquece como personas y compañeros. Gracias

paco castilla -

Mi querido Juan Antonio buscando propuestas me encuentro con tu poetico comentario, y al hilo de todo lo que esta ocurriendo estos dias y traido por tu comentario, se me ocurre la siguiente reflexion. Efectivamente, que hay problemas mas duros que los nuesstros como colectivo nadie lo pone en duda, y que al lado de los problemas vitales que podemos ver todos los dias en nuestro sitio de trabajo lo nuestro puede parecer una queja injustificada, pero permiteme decirte que ninguna lucha, si esta es en defensa de la dignidad de alguien o por reivindicar el respeto que como personas y trabajadores se nos debe,es pequeña, y que nuestra lucha al final debe ir encaminada a que no se vuelvan a cometer las tropelias que los poderosos comenten siempre que se les deja, bien se rapar cabezas o intentar doblegar a un colectivo que solo pide que lo traten como al resto de los trabajadores, ni mejor ni peor, y mis queridos amigos en este campo no hay lucha pequeña y tenemos que quejarnos, quejarnos eternamente mientras que las condiciones de injusticia y arbritrariedad asi lo exijan de cualquier persona biennacida.
POR ELLO DIGAMOS TODOS "NO MAS CABEZAS RAPADAS" EN SUS MULTIPLES VARIANTES.